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viernes, 26 de agosto de 2011

Blog Moreira : Zetas sospechosos, México declara luto nacional por ataque a casino dejó 52 muertos

Por Rubén Moreira

El presidente Felipe Calderón declaró este viernes tres días de luto nacional por el ataque a un casino en la ciudad norteña de Monterrey que dejó al menos 52 muertos y que ha sido atribuido al crimen organizado, en el peor atentado contra civiles en la historia reciente.

El mandatario calificó a los responsables del ataque de "verdaderos terroristas que han rebasado todos los límites".

En un mensaje desde la residencia presidencial de la capital mexicana, Calderón dijo que también pidió a la Procuraduría General de la República ofrecer una "sustancial recompensa" a quien proporcione información que lleve a capturar a los responsables.

"Es el más grave atentado contra la población civil inocente que haya visto el país en mucho tiempo", afirmó el Presidente mexicano.

Revelan video de criminales

Las autoridades mexicanas revelaron un video de seguridad en el que se ve al grupo de criminales responsable de prender fuego a un casino en la ciudad de Monterrey, en el norte del país, donde murieron un total de 52 personas -y no 53 como se informó originalmente-, de las que 33 han sido ya identificadas.

En las imágenes se observan a unos ocho delincuentes armados que arriban al casino a bordo de dos camionetas y dos automóviles, y en tan sólo 2 minutos y medio sacan tres garrafones con combustible, incendian el Casino Royale y se dan a la fuga. Este el segundo ataque contra este negocio. El otro se perpetró el pasado 25 de mayo.

Francisco Tamayo, de 28 años y habitante de Monterrey, aseguró que él y otros familiares vieron unos 40 cadáveres mientras buscaban a su madre Sonia de la Peña, de 47 años, a quien le gustaba jugar en el establecimiento y acudía al lugar cuatro días a la semana. Todavía la siguen buscando.

En su cuenta en Twitter, el presidente Calderón calificó el ataque como un "aberrante acto de terror y de barbarie" y escribió que "estos repudiables actos nos obligan a todos a perseverar en la lucha contra esas bandas de criminales sin escrúpulos".

"Esta es una noche de tristeza para México", dijo por su parte Alejandro Poiré, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. "Se ha cometido un acto de terror indecible, repugnante, inadmisible".

Añadió que "estos actos indecibles de terror no quedarán impunes", y que las autoridades federales estaban ayudando a las fuerzas estatales en la investigación de los hechos.

El portavoz de seguridad del estado, Jorge Domene, manifestó el jueves en la noche que la cifra se había elevado a por lo menos 45 muertos, pero el procurador general de Justicia de Nuevo León, Adrián de la Garza, advirtió que la cifra podría aumentar y dijo que un cartel de narcotráfico aparentemente fue responsable del ataque.

Los carteles mexicanos frecuentemente extorsionan a los casinos y otros negocios. Muchas veces los atacan y queman sus edificios si se rehusan a pagar.

Elementos de la Policía estatal dijeron que algunos sobrevivientes narraron que dos decenas de hombres entraron al casino, aparentemente para robarlo y comenzaron a rociarlo con gasolina de tanques que llevaban con ellos. Los oficiales no quisieron dar su nombre por razones de seguridad.

Con gritos e insultos, los atacantes le pidieron a los clientes y empleados que se salieran, pero horrorizados por el comando, muchos se metieron al fondo del edificio y quedaron atrapados.

El alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal dijo que muchos clientes y empleados se encerraron en los baños del casino para escapar de los hombres armados y ahí perecieron.

La residente de Monterrey, María Tomas Navarro, de 42 años, estaba llorando en las afueras del edificio del casino en espera de oír algo sobresu hermano Genaro Navarro Vega, de 25 años, quien trabajaba en el área de bingo.

Navarro dijo que llamó al celular de su hermano "pero no me contestó, no sé lo que está pasando", dijo. "No hay nadie a quien preguntarle". Larrazábal dijo que el casino, localizado en una zona próspera de Monterrey, había sido cerrado en mayo por ampliar el edificio sin permiso.

Norma Reyes, de 45 años, fue una de las personas que recibieron buenas noticias el jueves. Su hijo la llamó incluso antes de que ella hubiera escuchado sobre el incendio y le dijo que estaba bien. Jonathan Reyes, de 25, y que trabajaba como supervisor de área, dijo a su madre que estaba en el hospital tratando de averiguar qué ocurrió con sus compañeros. "Dios nos protegió hoy", manifestó ella

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