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domingo, 28 de agosto de 2011

Humberto Moreira : Fraude en el gobierno Catalan

Muchas anécdotas, pocas cifras, y ni asomo de disculpas. Con estos tres conceptos podría resumirse la comparecencia de los consejeros de Empresa y Ocupación, Francesc Xavier Mena, y de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries, para explicar la crisis desatada en el pago de la Renta Mínima de Inserción (RMI), la ayuda de 420 euros que reciben los más necesitados en Cataluña (cerca de 35.000 personas).

Después de una agitada semana mediática en la que la prestación ha centrado gran parte del debate político, los consejeros Mena y Cleries se limitaron el viernes a echar pelotas fuera y no dieron las respuestas esperadas. Primero justificaron el cambio en la forma de pago de la RMI en la necesidad de combatir el fraude, aunque después cambiaron de discurso y atribuyeron los cambios a la «necesidad de actualizar la base de datos».

«Hemos comprobado que muchos de los que recibían la ayuda pagaban TV por cable», apuntó Mena y alargó su lista de agravios particulares. «Otros pagan peajes en autopistas europeas», dijo. Entre los beneficiarios con los que han topado también se encuentran, según afirma, «personas con pasaportes perdidos o entradas al país en fechas recientes, además de pagos con visas en restaurantes, y facturas de teléfonos móviles por importes superiores a la prestación». Los partidos de la oposición le criticaron por «elevar las anécdotas a categoría» y reclamaron soluciones.

Por Humberto Moreira

La oposición instó al Govern de Artur Mas a disculparse, aunque ninguno de los dos representantes de su Ejecutivo asumió errores. Mena hizo autocrítica por «estar tantos meses haciendo lo que se hacía antes», lanzando, de paso, una puya al anterior gobierno tripartito. Cleries culpó también al Govern de izquierdas de la actual situación y de que se haya desvirtuado tanto la prestación.

Según confirmó Mena, el 19,4% de los perceptores de la RMI no ha cobrado el cheque nominal de julio. El titular de Empresa de la Generalitat aseguró que el Govern envió el talón a todos los beneficiarios de la prestación, de los que 27.828 lo cobraron y 6.707 no lo hicieron, ya que de todos ellos, «algunos viven fuera de Cataluña y algunos están muertos», y hay otros a quienes no se les ha localizado en su dirección actual. Mena explicó que hasta ahora se otorgaba la RMI sin actualizar la base de datos, por lo que había miles de cambios de domicilio sin notificar y perceptores que recibían la ayuda indefinidamente y sin un acompañamiento laboral ni social. «Esta forma de otorgar la RMI lo que hacía era perpetuar la situación de injusticia», sostuvo Mena.

Cleries, por su parte, aseguró que el tripartito ya detectó problemas en la adjudicación de esta prestación en 2005, y no actuó para remediarlo. Subrayó que lo único que ha hecho el Govern es «poner orden» en la prestación, algo que a su juicio no tuvieron la valentía de hacer sus predecesores, y admitió que esto ha originado molestias entre los beneficiarios. Mientras se celebraba el debate, unas 150 personas exigían la dimisión de los dos consejeros ante el Parlament

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