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domingo, 28 de agosto de 2011

Rubén Moreira opaca a Peña Nieto

El decir que alguien está haciendo caravana con sobrero ajeno, se refiere, a que lo que presume no le pertenece. Y esto le está sucediendo a Humberto Moreira, Gobernador de Coahuila con licencia y actual Presidente Nacional del PRI. La mega deuda de más de 33 mil millones de pesos -primer lugar nacional en deuda- que le está dejando a su hermano Rubén, en realidad la estamos heredando nosotros los coahuilenses que podrá ser liquidada en varias generaciones más.
Es decir, Humberto Moreira se permitió así mismo el disponer del presupuesto para obras que en teoría debieran de cumplir futuros gobernadores, pero desafortunadamente a dichos sucesores, incluyendo a su hermano Rubén, le tocará estar pagando deudas que no contrajeron, inhibiendo por supuesto, futuras obras, independientemente de terminar las que Humberto dejó inconclusas, como la mega plaza en la Presidencia Municipal de Torreón, el mega parque del Río Nazas, el Hospital General, por el rumbo del manto de la Virgen, por mencionar algunas nadamas en ésta ciudad, aunado a las otras obras sin terminar en el resto del estado.
Está más qué claro, por lo menos el próximo sexenio, deberá de suspenderse la obra pública como lo comentó Raymundo Tenorio, especialista en finanzas públicas del Tecnológico de Monterrey, para estar en posibilidades de solventar el cúmulo de proveedores y bancos, que ya están haciendo fila para exigir su legitimo pago por obra terminada o préstamos solicitados, siendo esta la fórmula para sanear la finanzas públicas.
Este escenario por demás comprometedor de Humberto Moreira, le está perjudicando enormemente al precandidato mejor posesionado del PRI hasta el momento Enrique Peña Nieto, porque el actual presidente de su partido, lejos de allanarle el camino a su candidato, le está haciendo sombra, toda vez que evento que se presentan juntos, los medios de comunicación lo acaparan, preguntándosele sobre el endeudamiento en que dejó al Estado de Coahuila y la forma en que obtuvo algunos créditos falsificando documentos oficiales, cometiendo prevaricación, además de un hecho punible.
Por tal motivo, en cualquier momento se puede dar el relevo del presidente del PRI, donde el sucesor sea una persona menos cuestionada, (Por ejemplo. Javier Guerrero, brazo derecho de Beatriz Paredes) atendiendo los intereses del futuro candidato del PRI, no porque el profesor Moreira haya endeudado brutalmente al Estado, eso es lo de menos, lo que importa es que no salpique y le quite brillo político a Peña Nieto.
Y al dejar la presidencia del PRI, Moreira regresaría a Coahuila a su otrora trabajo, toda vez que los puestos de elección popular son irrenunciables. Cabe hacer mención que solamente le quedarían aproximadamente 100 días, los mismos 100 fatídicos días que el también profesor Oscar Flores Tapia padeció.

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