lunes, 27 de junio de 2011

Tonaya, historia de cacicazgos y nepotismo por Rubén Moreira

Tonaya, Jalisco.- Sin distingo de color de partido, el municipio de Tonaya, Jalisco, ve correrlos años bajo los signos del cacicazgo, sus habitantes no se han querido o no han podido sacudirse el imperio de gobiernos civiles encabezados por una familia, la que además tiene ascendencia en el aspecto religioso, de tal suerte que su voluntad es ley en una tierra en donde al parecer las Leyes de Reforma son letra muerta.

Este municipio sureño ha sido y es gobernado por una estirpe: García Santana, antes de ellos dominaron en los puestos públicos sus ascendentes: Simón García, padre de los hermanos García Santana y el abuelo Rafael Santana Sánchez, quien también fue presidente municipal bajo las siglas del PRI, ahora los descendientes de ese partido político lo hacen cobijados por el PAN.

Nada tendría de malo, dicen habitantes del municipio -de quienes, a petición, nos reservamos los nombres- si fueran buenos gobernantes y dotaran de las obras y serviciosque están obligados constitucionalmente, pero es el caso que se aprovechan de programas sociales y obras para su beneficio.

Hacen obras no prioritarias para darle plusvalía a terrenos de su propiedad y la familia ocupa los principales cargos en el municipio, además son los principales proveedores del Ayuntamiento.

Roberto García Santana es el actual presidente municipal; Rafael García Santana es el juez de Paz, subdirector de la escuela secundaria del lugar, encargado de las fiestas patronales de la cabecera municipal, conjuntamente, es maestro de tiempo completo en el vecino municipio de Tuxcacuesco; la señora Socorro Santana Paz, madre los García Santana, es la secretaria del juzgado y cuando no está el cura del pueblo es la mandamás de la iglesia, es ministro facultada para otorgar la comunión; y Juan Carlos García Santana es el secretario de la Asociación Ganadera del lugar, quien maneja a su antojo la plaza de toros y fiestas, sin rendir cuentas, según dicen los entrevistados.

El primero de esta familia que fue presidente municipal abanderado por el PAN, es Miguel García Santana, quien actualmente ocupa una dirección en la Secretaría de Planeación del Gobierno del Estado, bajo el mando del ex rector de la UdeG, Víctor Manuel González Romero. Aseguran los habitantes de Tonaya que la esposa de Miguel fue la que vendió al Ayuntamiento todas las luminarias que se cambiaron en el municipio y el propio Miguel le vende la pintura que necesita la comuna, amen de que montó una carpintería con recursos de un fondo federal.

Coinciden los entrevistados en que urge hacer obras de introducción de agua potable, una planta para tratar las aguas negras de la cabecera municipal y un centro de salud, entre otras, pero en lugar de darle solución a estos problemas, los recursos se van, por ejemplo, a un parque que se construye en la prolongación Hidalgo, sobre el lecho de un arroyo, para darle valor a un terreno de la familia y allegado, y a la apertura de la prolongación de la calle Victoria, para arribar a un predio de la familia gobernante donde actualmente se hace movimiento de tierras para fraccionar.

La historia de la familia se remonta a los tiempos dominantes del PRI, con el abuelo Rafael Santana Sánchez, quien fue presidente municipal y al lado de Severiano Pérez Rulfo (pariente de Juan Rulfo) mantuvo un cacicazgo digno de mejor suerte. Baste señalar que Pérez Rulfo fue dirigente del priísmo local 30 años, hasta que lo echó fuera el ex gobernador de Jalisco, Flavio Romero de Velasco.

Por otro lado, también a la sombra del PRI, el finado Simón García (padre de los hermanos García Santana) fue tesorero en el Ayuntamiento cuatro periodos gubernamentales y luego pasó a ser el delegado federal de Hacienda, de donde salió porque en un accidente automovilístico ocasionó la muerte de una menor.

La familia cambió bandera cuando el Partido Acción Nacional ganó prácticamente todo en Jalisco con Alberto Cárdenas Jiménez a la gubernatura y desde entonces han mantenido una hegemonía similar a la de sus ancestros con el PRI.

Bajo este dominio panista, en la administración que encabezó Rafael Leal Quiles, el Ayuntamiento aprobó el cambio de uso de suelo de un predio denominado San Rafael, al norte de la comunidad de Santa Gertrudis, del municipio de Tonaya, para permitir la instalación de la empresa Metalúrgica Tapalpa SA de CV, misma que ahora hace uso de manantiales necesarios para dotar de agua a las comunidades vecinas y, lo peor, contamina los cauces y mantos freáticos de la zona con diversos metales.

A decir de los vecinos, la autoridad municipal no hace nada por frenar tal contaminación, lo que ha provocado que el Ayuntamiento de Tuxcacuesco interpusiera en contra del de Tonaya dos demandas.

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