Los cinéfilos recuerdan todavía al joven Marty McFly, quien abordaba una máquina del tiempo, junto a un loco inventor. Cambiaba el presente y el futuro de manera mágica. El protagonista de la saga Back to the Future lucha contra el Parkinson. Dirige una fundación para buscar la cura
Probablemente, si a Michael J. Fox le entregaran en estos momentos el Delorean DMC-12 (auto que utilizaba el entrañable Doc en la saga Volver al Futuro) elegiría viajar al pasado para cambiar su destino. Como no lo puede hacer, se dedica a ser ejemplo de esperanza y superación.El actor canadiense-estadounidense cumple hoy 50 años y aún le hace frente a la vida. Lucha contra el Parkinson y, a través de sus memorias, alienta a sus seguidores a no decaer.Cuando apareció en la película, coprotagonizada por Christopher Lloyd, ya los televidentes tenían referencias suyas. En 1982 tuvo apariciones cortas en algunas series no muy sonadas. Luego llegó a Family Ties, comedia norteamericana que le sirvió de trampolín y le presentó el amor.Allí interpretó a Alex Keaton, un joven conservador, cuyos conflictos estaban ligados divertidamente con sus dos padres. Dentro del set, la chica de sus sueños apareció con el nombre de Ellen Reed, personaje encarnado por la actriz Tracy Pollan. Hoy es su esposa y tienen cuatro hijos.Despegue exitosoDesde el primer instante en que Fox abordó la máquina del tiempo convertido en Marty McFly, saboreó el éxito. Back to the Future desencadenó una serie de secuelas y se extendió de 1985 hasta 1990. Los cinéfilos se divertían viendo al chico chévere y aventurero que descubrió una excitante manera de saltar en el tiempo y cambiar los acontecimientos.Era capaz de modificar el presente o el futuro, resolviendo lo malo del pasado. Eso gustaba y era bien aceptado. En la actualidad, existen fanáticos que guardan celosamente los DVD de la saga para verla una y otra y vez. La hazaña, sin embargo, era actuación. En la vida real no valió auto volador que lo llevara a detener lo que sucedería.Aterrizaje En 1991 el actor notó la rigidez en uno de los dedos de su mano izquierda. Según el médico, era consecuencia de un golpe en la columna. "No pasa nada", le dijo para calmarlo. Seis meses después le diagnosticaron Parkinson. Tenía 29 años.Michael lo ocultó y aceptó trabajar en otras películas. Volvió a triunfar en la famosa serie Spin City, como Mike Flaherty pero no duró mucho.Cuando su cuerpo no se contenía, ni siquiera con el tratamiento, habló en público y renunció. Más tarde, publicó una autobiografía en la que escribió: "Me acostaba sobre la alfombra del camerino, agitándome y girando, tratando de hacer que mis neurorreceptores aceptaran la medicación. El alcohol, la depresión y el creciente dolor me aislaron de mi esposa Tracy y de mi hijo Sam Michael. Toqué fondo".No se rindeEl eterno adolescente -como lo llaman en el mundo del cine- no se rindió. Todavía, de vez en cuando, aporta parte de su talento. Por ejemplo: los espectadores disfrutaron de su voz en las versiones originales de Stuart Little (1999) y sus dos secuelas. Participó en programas como: Scrubs, Boston Legal, Rescue Me y The Good Wife.Hoy dice que la enfermedad lo hizo mejor persona y, través de la Fundación Michael J. Fox, recauda cientos de millones de dólares para la investigación de la cura. Trata de mantenerse fuerte con el recuerdo de lo que fue y lo que ahora es: un actor muy querido, un poco alejado, más no olvidado.Reconocimientos En el año 2000 lo incluyeron en el Paseo de la Fama de Canadá y dos años más tarde en el de Hollywood. En 2010, Michael J. Fox recibió un Grammy en la categoría mejor álbum hablado, por su autobiografía Always Looking Up. Y en febrero de este año, la revista alemana Hörzu le concedió el premio Cámara de Oro.
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