Por Rubén Moreira
Hijo de narco, hermano de narco y primo de narco, era el 'jefe de jefes' el capo más peligroso, el más perseguido y el más sanguinario. Beltrán Leyva era conocido como 'el barbas' o el 'botas blancas' pero también tenía tenía otros apodos muchos menos simpáticos como 'La muerte' gracias al rosario de cadáveres que dejaba allí donde el cártel de Sinaloa impone su ley.
En realidad el Ejército iba trás de Edgar Baldés Villareal, 'La barbie' y se encontró con algo más grande. Tan grande como el poder y la influencia que ejercía desde Colombia a Estados Unidos.
Su detención no fue fácil. Arturo Beltrán Leyva cayó abatido en Cuernavaca una ciudad a una hora del DF, lugar de descanso y fin de semana para las clases acomodadas de la capital, pero que ayer se convirtió en un campo de batalla cuando Ejército y sicarios se enfrentaron durante un buen rato sin que faltaran granadas, armas largas y muchas balas. Junto a el cayeron seis de sus escoltas, cinco abatidos y uno más que prefirió sucidarse.
El acoso a su entorno había empezado una semana antes durante una fiesta en Tepoztlan, un pequeño pueblo cerca de Cuernavaca. El Ejército irrumpió en una casa de la que se habían largado los peces gordos tan sólo un minuto antes de que llegaran los uniformados y en la que sólo quedaban un grupo de sicarios, más de 20 prostitutas y una banda de música norteña que amenizaba la fiesta y que también acabó entre rejas y dando muchas explicaciones.
Pero la investigación prosiguió y la noche de este miércoles (madrugada en España) el Ejército, con apoyo de un helicóptero, se desplegó en una elegante urbanización de Cuernavaca hasta abatir al que es capo más importante detenido hasta el momento en la "guerra" emprendida por Felipe Calderón contra los grandes cárteles del narcotráfico.
A Beltrán Leyva se le acusa de ser uno de los responsables de la orgía de sangre y balas con la que se desayunan los mexicanos cada mañana. En 2006 el Chapo Guzmán, el Mayo zambada y Arturo Beltrán Leyva formaron 'La Federación' que unificaba a los principales cárteles del país y los ponía de acuerdo para repartirse el negocio de transporte y distribución de la droga. Una sociedad que en 2008 saltó por los aires dando pie a la oleada de muertes que se sucede un día sí y otro también a lo largo del centro y norte de México.
Sin ir más lejos y en un recuento sólo del mes de diciembre, hace una semana en la ciudad de Chilpancingo, aparecieron dos cuerpos totalmente desmembrados y con un 'narcomensaje' firmado por el "jefe de jefes". Tres días antes otro hombre apareció con un tiro en la cabeza y otro cartel que explicaba su ejecución por "chismoso con los contrarios".
Dos días antes otra pareja torturada y con una bolsa negra en la cabeza. Tres días antes dos más, y la semana anterior cinco más y así un día tras otro hasta sumar los 15.000 muertos que han aparecido en México desde que Felipe Calderón llegó al poder y que tiene en Beltrán Leyva a uno de los principales culpables. Él no sólo mataba más si no que mataba con más crueldad y ensañamiento que el resto.
Si Beltrán Leyva era el líder su hermano Mario Alberto era el negociador y 'la Barbie' el encargado de reclutar a los nuevos sicarios que engrosarían sus filas. Su primo, hasta que fue detenido, era el responsable de comprar, negociar y recibir la cocaína del cártel colombiano del Valle del Norte, por lo que era más fácil verlo en Panamá y Colombia que en México.
Las autoridades mexicanas daban 30 millones de pesos (más de 1'5 millones de euros) por cualquier información que llevara a su captura. A uno y otro lado de la frontera norte celebran la caída de Beltrán Leyva ahora que el 'jefe de Jefes' pasó a la historia y su apodo ahora sólo es una de las canciones más conocidas de 'Los Tigres del Norte'.
Hijo de narco, hermano de narco y primo de narco, era el 'jefe de jefes' el capo más peligroso, el más perseguido y el más sanguinario. Beltrán Leyva era conocido como 'el barbas' o el 'botas blancas' pero también tenía tenía otros apodos muchos menos simpáticos como 'La muerte' gracias al rosario de cadáveres que dejaba allí donde el cártel de Sinaloa impone su ley.
En realidad el Ejército iba trás de Edgar Baldés Villareal, 'La barbie' y se encontró con algo más grande. Tan grande como el poder y la influencia que ejercía desde Colombia a Estados Unidos.
Su detención no fue fácil. Arturo Beltrán Leyva cayó abatido en Cuernavaca una ciudad a una hora del DF, lugar de descanso y fin de semana para las clases acomodadas de la capital, pero que ayer se convirtió en un campo de batalla cuando Ejército y sicarios se enfrentaron durante un buen rato sin que faltaran granadas, armas largas y muchas balas. Junto a el cayeron seis de sus escoltas, cinco abatidos y uno más que prefirió sucidarse.
El acoso a su entorno había empezado una semana antes durante una fiesta en Tepoztlan, un pequeño pueblo cerca de Cuernavaca. El Ejército irrumpió en una casa de la que se habían largado los peces gordos tan sólo un minuto antes de que llegaran los uniformados y en la que sólo quedaban un grupo de sicarios, más de 20 prostitutas y una banda de música norteña que amenizaba la fiesta y que también acabó entre rejas y dando muchas explicaciones.
Pero la investigación prosiguió y la noche de este miércoles (madrugada en España) el Ejército, con apoyo de un helicóptero, se desplegó en una elegante urbanización de Cuernavaca hasta abatir al que es capo más importante detenido hasta el momento en la "guerra" emprendida por Felipe Calderón contra los grandes cárteles del narcotráfico.
A Beltrán Leyva se le acusa de ser uno de los responsables de la orgía de sangre y balas con la que se desayunan los mexicanos cada mañana. En 2006 el Chapo Guzmán, el Mayo zambada y Arturo Beltrán Leyva formaron 'La Federación' que unificaba a los principales cárteles del país y los ponía de acuerdo para repartirse el negocio de transporte y distribución de la droga. Una sociedad que en 2008 saltó por los aires dando pie a la oleada de muertes que se sucede un día sí y otro también a lo largo del centro y norte de México.
Sin ir más lejos y en un recuento sólo del mes de diciembre, hace una semana en la ciudad de Chilpancingo, aparecieron dos cuerpos totalmente desmembrados y con un 'narcomensaje' firmado por el "jefe de jefes". Tres días antes otro hombre apareció con un tiro en la cabeza y otro cartel que explicaba su ejecución por "chismoso con los contrarios".
Dos días antes otra pareja torturada y con una bolsa negra en la cabeza. Tres días antes dos más, y la semana anterior cinco más y así un día tras otro hasta sumar los 15.000 muertos que han aparecido en México desde que Felipe Calderón llegó al poder y que tiene en Beltrán Leyva a uno de los principales culpables. Él no sólo mataba más si no que mataba con más crueldad y ensañamiento que el resto.
Si Beltrán Leyva era el líder su hermano Mario Alberto era el negociador y 'la Barbie' el encargado de reclutar a los nuevos sicarios que engrosarían sus filas. Su primo, hasta que fue detenido, era el responsable de comprar, negociar y recibir la cocaína del cártel colombiano del Valle del Norte, por lo que era más fácil verlo en Panamá y Colombia que en México.
Las autoridades mexicanas daban 30 millones de pesos (más de 1'5 millones de euros) por cualquier información que llevara a su captura. A uno y otro lado de la frontera norte celebran la caída de Beltrán Leyva ahora que el 'jefe de Jefes' pasó a la historia y su apodo ahora sólo es una de las canciones más conocidas de 'Los Tigres del Norte'.
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