viernes, 7 de octubre de 2011

Humberto Moreira y Pedro Ferriz : Trascender de tres mujeres

Por Humberto Moreira y Pedro Ferriz 

En Oslo no se verá a galardonados en traje y corbata el 10 de diciembre. En lugar de ello, coloridas túnicas africanas y el velo de una musulmana marcarán la entrega del Premio Nobel de la Paz de este año.

Se trata de la primera vez en sus 110 años de historia en que el premio es concedido a tres mujeres a la vez. La presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Silreaf, su compatriota Leymah Gbowee y la periodista yemení Tawakkul Karman aumentan a sólo 15 el número de mujeres que han recibido el galardón desde 1901. En las otras disciplinas del Nobel también hubo este año únicamente varones.

El presidente del Comité Nobel noruego, Thorbjörn Jagland, rechazó, sin embargo, tajantemente cualquier alusión a una cuota femenina.

"Las tres cumplen por completo las exigencias del testamento de Alfred Nobel para el Premio Nobel de la Paz", aseguró. El inventor sueco estableció que el galardón sería para aquellas personas u organizaciones que más o mejor hayan contribuido "a la fraternidad de los pueblos y la abolición o disminución de ejércitos activos, así como a la celebración o el incentivo de conferencias de paz".

Ellen Johnson Sirleaf

En Liberia, el premio otorgado a la actual presidenta Ellen Johnson Sirleaf, causó sorpresa y críticas de la oposición, pues el próximo 11 de octubre se celebran elecciones y ella se presenta para su reelección.

"La señora Sirleaf no se merece el premio Nobel de la Paz porque recurrió a la violencia en el país", estimó Winston Tubman, principal rival de Sirleaf en las elecciones del martes. Para Kennedy Sandy, del Partido para la Transformación de Liberia, la presidenta "no se lo merece. El jurado desvaloriza así el premio Nobel de la Paz. Los liberianos no van a sentir respeto ninguno por un premio así", estimó.

"Desde su investidura en 2006, contribuyó a garantizar la paz en Liberia, a promover el desarrollo económico y social, y a reforzar el lugar de las mujeres", declaró en Oslo el presidente del Comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland.

Primera mujer elegida democráticamente presidenta de un país africano en 2005, Sirleaf, 72 años, trabajó para la reconstrucción de un país devastado por 14 años de guerras civiles, que causaron la muerte de 250 mil personas.

En un primer momento, Sirleaf apoyó la rebelión del “Señor de la guerra” Charles Taylor contra el régimen de Samuel Doe. Sin embargo, más tarde, a la luz de las acciones violentas de Taylor, presidente de 1997 a 2003, que lo llevaron al tribunal de La Haya para ser condenado por crímenes de guerra y lesa humanidad, Sirleaf se convirtió en una de sus más feroces adversarias.

La liberiana de 72 años estudió en la universidad de Harvard en Estados Unidos y se hizo un nombre poco a poco en instituciones internacionales como la ONU y el Banco Mundial.

Johnson-Sirleaf creó también una Comisión de la Verdad y la Reconciliación inspirada en el modelo sudafricano, que debe investigar las atrocidades de la guerra civil y contribuir a restaurar la paz y la estabilidad en el país africano.

La revista "Newsweek" la colocó en 2010 en la lista de los diez mejores jefes de Estado del mundo, "The Economist" la calificó también como la mejor presidenta de la historia de Liberia.

Tawakkul Karman

Por su parte, la yemení Tawakkul Karman, primera mujer árabe que ganó el premio Nobel de la Paz, es una figura emblemática de la movilización opositora en su país, una de las "revoluciones" de la "primavera árabe".

Esta periodista de 32 años armó una tienda de campaña en la Plaza del Cambio de Saná en marzo y vive allí desde entonces junto con su marido, para recibir menos presiones del régimen del presidente Alí Abdalá Saleh, que había enviado gente a su domicilio para intimidarla.

La Plaza del Cambio, en la que acampan miles de jóvenes, está protegida desde el mes de marzo por militares disidentes.

Karman, quien milita desde hace años por la libertad de expresión y los derechos de las mujeres, fue una de las principales dirigentes de las manifestaciones estudiantiles que en enero pasado iniciaron la sublevación popular contra el régimen.

En un país en el que pocas mujeres ocupan lugares de protagonismo político, Karman llamó a manifestarse para expresar la solidaridad con la movilización en Túnez y Egipto y encabezó manifestaciones violentamente reprimidas por el régimen. Las manifestaciones se extendieron a otras ciudades del país y partidos políticos, tribus y parte de las fuerzas armadas se sumaron a la movilización. En enero, Karman había sido detenida por su papel en las manifestaciones.

Madre de tres hijos, forma parte del Consejo de la Shura (algo así como el comité central) del partido islamista de oposición Al Islah. Karman se opone a la corriente salafista dentro de su partido. Inició su carrera periodística usando un velo integral, como muchas otras mujeres yemeníes, pero posteriormente empezó a cubrirse sólo la cabeza con un pañuelo de colores.

Karman fundó en 2005 el movimiento "Mujeres Periodistas Sin Cadenas". Nació en la localidad de Mejlaf, en la provincia de Taez (sureste de Saná). Diplomada en Ciencias Políticas en la Universidad de Saná, Karman está preparando un máster.

Tawakkul Karman declaró el viernes a la AFP que su premio Nobel de la Paz era "una victoria para la revolución" yemení. "La atribución de este premio es también un reconocimiento por la comunidad internacional de nuestra revolución y de su victoria ineluctable", agregó.
En declaraciones a los canales de televisión árabes Al Jazeera y Al Arabiya, Karman dedicó el premio a los militantes de la "Primavera Árabe".

Leymah Gbowee

La activista liberiana Leymah Gbowee, una de las tres ganadoras del Premio Nobel de la Paz 2011 anunciado hoy, fue una de las grandes artífices del proceso de paz que puso fin a los 14 años de guerra civil en Liberia en 2003.

Gbowee, de 39 años, se convirtió hace una década en coordinadora de Mujeres en el Programa de Construcción de Paz/Red de África Occidental para la Construcción de Paz (WIPNET/WANEP) y fundó un año después el grupo Mujeres de la Acción Masiva de Liberia por la Paz.

El grupo consiguió reunir a miles de mujeres musulmanas y cristianas para rezar y más tarde organizar protestas pacíficas contra el gobierno presidido entonces por Charles Taylor.

Las activistas se vestían de blanco como símbolo de paz y se negaron incluso a practicar el sexo con sus parejas como parte de su campaña. Después de conseguir una audiencia con Taylor, lo forzaron a prometer que asistiría a negociaciones de paz en Ghana. Cuando las conversaciones parecieron estancarse, Gbowee organizó también protestas silenciosas y sentadas delante del palacio presidencial ghanés en Accra.

La campaña del movimiento de la paz liderado por Gbowee fue narrada en el documental "Pray the Devil Back to Hell", de 2008.

Nacida en Monrovia en 1972, Gbowee estudió en la Eastern Mennonite University de Harrrisonburg, estado norteamericano de Virginia. La activista ha ganado varios premios por su labor, incluido el Premio Profiles in Courage de la fundación de la Biblioteca Kennedy en 2009.

Gbowee es desde 2007 directora ejecutiva de la Red de Mujeres por la Paz y la Seguridad en África, con sede en Accra.

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