Nostradamus, Fox y Hermelinda por Rubén Moreira

El Nostradamus de las botas de charol, Vicente Fox, vaticina, como el 99.9% de los analistas políticos, que Eruviel será el próximo gobernador del Estado de México. En el mismo sentido la bruja Hermelinda, vaticina, como el 99% de los analistas políticos, que Rubén Moreira pronto despachará en el señorial Palacio Rosa de Saltillo.
Aunque los líderes panistas se “encabronen” con los “predicadores del desastre” y “quieran matar al mensajero” no se necesita ser un iluminado futurólogo ni un concienzudo encuestador para predecir los descalabros que sufrirá el PAN en el Estado de México y en Coahuila, descalabros que obligarán a los azules a realizar un profundo análisis de los causales de su derrota. Por otra parte, aunque se enojen los priistas, creo que ellos tendrán que “poner sus barbas a remojar” si no quieren ser sorprendidos con el “siempre no se pudo regresar a Los Pinos en el 2012”. Y es que ningún analista puede, fácilmente, pronosticar un partido ganador. Desde mi punto de vista el PRI y quien represente a la izquierda, se hagan o no alianzas, tendrán que enfrentar en su contra las mismas variables de marketing político que cargan la balanza a favor de Eruviel y Rubén en el Estado de México y Coahuila. Hablamos de variables que tienen que ver con una sociedad que perdió la virginidad y no cree en el cambio por el cambio, que tienen que ver con una sociedad que privilegia la estabilidad y el “bueno conocido que el malo por conocer”.
Los retadores de Felipe Calderón y de su partido, resulte quien resulte el delfín azul, van a contender con un Presidente y un instituto político pertrechados en realidades y percepciones políticamente fuertes en materia de seguridad, macroeconomía, vivienda, salud. Realidades y percepciones difíciles de vencer con campañas negras y/o argumentos poco sólidos como: “la gente se decepcionó del PAN”, “los azules no tienen un buen gallo”, “los panistas son igual de corruptos”, o inclusive el “ya van más de 40,000 muertos”, argumento que se contrarresta con “ustedes no actuaron y nosotros, los azules, estamos dando la batalla a los malosos con el noble Ejército Mexicano”.
Para ganarle a Felipe Calderón no será suficiente el carisma de Peña Nieto o el populismo de López Obrador. Sí el PRI desea regresar a “Los Pinos” o los de izquierda entrar por primera vez, tendrán que poner en marcha un marketing político “de poca madre”, una oferta política inédita que incorpore elementos sustantivos, duros, diferenciados, que convenzan al pueblo de una mejor alternativa de competitividad económica, social y política. No, nuestro paisano Humberto no la tiene fácil.