¿Debilitar carteles termina con el narcotráfico? Es la pregunta que muchos se hacen en México, después que las autoridades anunciaron el virtual desmantelamiento del grupo conocido como La Familia Michoacana.
Estrategias
En los últimos años varios carteles han sido fuertemente atacados por las autoridades, que detuvieron a sus líderes principales. Pero las organizaciones siguen activas. Por ejemplo Los Zetas, que eran el brazo armado del Cartel del Golfo pero tras la detención del jefe Osiel Cárdenas formaron una organización independiente.
Los grupos que surgen de las fracturas se enfrentan entre sí, y provocan un aumento de la violencia, según reconocen las autoridades.
También se fincan alianzas, incluso entre organizaciones antagónicas para disputar el control de las rutas de tráfico a Estados Unidos y los mercados locales. Así, las bandas que se debilitan o desaparecen son sustituidas por otras.
Hay un elemento adicional: los carteles de la droga incursionaron en otras actividades como extorsión, secuestro y trata de personas.
Eso obliga a revisar la estrategia, dice Piñeyro, y no concentrarse sólo en la captura de capos como Jesús Méndez, El Chango, el principal líder de La Familia.
"Una actitud positiva sería que encarcelaran a los personajes políticos, empresariales, religiosos, militares o quienes sean que están encargados de la reproducción de los carteles", explica.
"Eso sería un indicio de que el gobierno federal en realidad está actuando en ese nivel contra el patrimonio de los criminales".
Mitos
Desde hace un par de años, organizaciones ciudadanas dicen que la captura de capos agudiza la violencia. Las autoridades responden que eso es un mito. Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, afirma en su blog oficial que los datos no muestran que "la inhabilitación" de líderes criminales aumente el número de homicidios. Así ocurrió en Jalisco, donde la muerte de Ignacio Coronel, El Nacho, uno de los principales líderes del Cartel de Sinaloa no desató un aumento significativo de la inseguridad. La violencia también se explica, añade, por los enfrentamientos entre bandas y la disputa por su mercado, especialmente en regiones donde las autoridades locales son débiles o fueron cooptadas por la delincuencia organizada. "Cualquier análisis que no considere estos factores le dará (indebidamente) la mayor parte del peso explicativo a la acción gubernamental", escribe. "Es indiscutible que el paso necesario para disminuir la capacidad criminal de las organizaciones es debilitándolas". Las autoridades han desactivado a 21 de los 37 líderes principales del narcotráfico, pero el dato no parece tranquilizar a los mexicanos.
Según el gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2011 la percepción ciudadana sobre inseguridad es mayor que el año pasado
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