Por Humberto Moreira
El gobierno de Haití prohibió la publicación de los resultados de las elecciones presidenciales de la semana pasada mientras se investigan las denuncias de fraude electoral.
Una semana después de celebrarse las elecciones aún se desconoce sus resultados.
René Préval, candidato del partido La Esperanza que figura a la cabeza de los comicios, denunció este martes que las autoridades electorales cometieron un "fraude masivo" para impedirle que sea proclamado presidente sin necesidad de ir a una segunda vuelta.
Para investigar la denuncia el gobierno decidió integrar una comisión con miembros del Consejo Electoral Provisional (CEP) y el partido de Préval.
Seguidores del candidato se lanzaron de nuevo a las calles de Puerto Príncipe este martes por la noche después de que se transmitieran por una emisora local de televisión imágenes de lo que aseguran son urnas con votos tirados a la basura.
Mientras, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Inzulza, anunció que viajará a Haití este miércoles para reunirse con líderes políticos y miembros de la comisión electoral.
Limbo político
Una semana después de sus primeras elecciones tras una violenta revuelta, Haití se encuentra en un limbo político.
Los haitianos acudieron en grandes números a las votaciones, las cuales se desarrollaron sin que ocurrieran actos serios de violencia, pero el enredo postelectoral podría empañar una exitosa jornada electoral.
La violencia se apoderó de las calles de Puerto Príncipe tras las elecciones.
El problema es que con cerca de la totalidad de los votos contados, a Préval le faltan pocos para alcanzar el 50% requerido para evitar una segunda vuelta.
Para los simpatizantes de Préval en los barrios marginados, esto aparenta ser un fraude de la elite haitiana, que sospecha sobre los lazos del candidato con su héroe, el exiliado presidente Jean-Bertrand Aristide.
En sus primeras declaraciones tras los comicios, Préval respaldó las denuncias de fraude, pero instó a sus seguidores a permanecer en calma, asegurando que presentará un desafío formal a los resultados.
Condenadas al fracaso
Bajo fuerte presión, las autoridades haitianas decidieron ahora investigar las posibles irregularidades.
Los manifestantes que apoyan a Préval afirman que su triunfo fue contundente.
Expresaron, sin embargo, que el conteo de los votos ha sido justo, posición que es respaldada, por el momento, por los funcionarios de Naciones Unidas.
La dificultad reside en que las autoridades haitianas parecen estar condenadas no importa qué hagan.
Si declaran que a Préval le falta para llegar a la mayoría, podrían provocar mayor inestabilidad; pero si lo declaran como el ganador absoluto podría verse como algo arreglado.
La forma de resolver el impasse podría estar en manos de los diplomáticos extranjeros, quienes se encuentran en intenso diálogo con los principales candidatos para intentar lograr una solución que conduzca al triunfo de Préval y preserve la legitimidad de las elecciones.
El gobierno de Haití prohibió la publicación de los resultados de las elecciones presidenciales de la semana pasada mientras se investigan las denuncias de fraude electoral.
Una semana después de celebrarse las elecciones aún se desconoce sus resultados.
René Préval, candidato del partido La Esperanza que figura a la cabeza de los comicios, denunció este martes que las autoridades electorales cometieron un "fraude masivo" para impedirle que sea proclamado presidente sin necesidad de ir a una segunda vuelta.
Para investigar la denuncia el gobierno decidió integrar una comisión con miembros del Consejo Electoral Provisional (CEP) y el partido de Préval.
Seguidores del candidato se lanzaron de nuevo a las calles de Puerto Príncipe este martes por la noche después de que se transmitieran por una emisora local de televisión imágenes de lo que aseguran son urnas con votos tirados a la basura.
Mientras, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Inzulza, anunció que viajará a Haití este miércoles para reunirse con líderes políticos y miembros de la comisión electoral.
Limbo político
Una semana después de sus primeras elecciones tras una violenta revuelta, Haití se encuentra en un limbo político.
Los haitianos acudieron en grandes números a las votaciones, las cuales se desarrollaron sin que ocurrieran actos serios de violencia, pero el enredo postelectoral podría empañar una exitosa jornada electoral.
La violencia se apoderó de las calles de Puerto Príncipe tras las elecciones.
El problema es que con cerca de la totalidad de los votos contados, a Préval le faltan pocos para alcanzar el 50% requerido para evitar una segunda vuelta.
Para los simpatizantes de Préval en los barrios marginados, esto aparenta ser un fraude de la elite haitiana, que sospecha sobre los lazos del candidato con su héroe, el exiliado presidente Jean-Bertrand Aristide.
En sus primeras declaraciones tras los comicios, Préval respaldó las denuncias de fraude, pero instó a sus seguidores a permanecer en calma, asegurando que presentará un desafío formal a los resultados.
Condenadas al fracaso
Bajo fuerte presión, las autoridades haitianas decidieron ahora investigar las posibles irregularidades.
Los manifestantes que apoyan a Préval afirman que su triunfo fue contundente.
Expresaron, sin embargo, que el conteo de los votos ha sido justo, posición que es respaldada, por el momento, por los funcionarios de Naciones Unidas.
La dificultad reside en que las autoridades haitianas parecen estar condenadas no importa qué hagan.
Si declaran que a Préval le falta para llegar a la mayoría, podrían provocar mayor inestabilidad; pero si lo declaran como el ganador absoluto podría verse como algo arreglado.
La forma de resolver el impasse podría estar en manos de los diplomáticos extranjeros, quienes se encuentran en intenso diálogo con los principales candidatos para intentar lograr una solución que conduzca al triunfo de Préval y preserve la legitimidad de las elecciones.
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